‘Para una mayor integración en América Latina debe haber menos
retórica y más acción’
Según el experto Rodrigo Valdés, pasar del 25%
más proteccionista al 25% menos cerrado, tiene un impacto de 1% o 2% de
crecimiento económico mayor en cinco años.
Aunque caminar hacia una mayor integración en
Latinoamérica está en la agenda de los gobiernos desde hace mucho tiempo, los
avances en ese sentido han sido, hasta el momento, muy limitados pese a los
beneficios que conllevaría.
En este sentido, Rodrigo Valdés, profesor de
la escuela de gobierno de la Universidad Católica de Chile, así como exministro
de hacienda de este país y exsubdirector de los departamentos Europeo y del
Hemisferio Occidental del FMI, destaca que pese a que la voluntad política
existe, en la región se debe dejar a un lado la retórica y pasar a la acción.
¿Realmente se está haciendo algo para avanzar
en ese sentido?
Hay avances en algunas zonas, en particular creo que los
esfuerzos que se han hecho en la Alianza del Pacífico son muy notables, pero
también la verdad es que no vemos todavía el mismo grado de progreso en otros
acuerdos como Mercosur y, como se discutió mucho en la conferencia del FMI, es
muy importante ver estos logros como un paso hacia una globalización más
completa. Con todo, creo que hay una evidencia clara en el sentido de que a
Latinoamérica le conviene globalizarse, intercambiar sus bienes y servicios con
el resto del mundo y, por lo tanto, que algunas partes de la región no avancen
con la rapidez necesaria no es una buena noticia.
¿Qué significa hablar de una mayor integración en Latinoamérica?
Claramente, hay que avanzar hacia algo más general, porque
tenemos un número excesivo de acuerdos subregionales y eso encarece mucho la
acción del sector privado, porque depende mucho de las reglas existentes, las
cuales son distintas en cada caso; no es lo mismo un área de libre comercio
completa que un conjunto de acuerdos bilaterales o de grupo, lo cual no es
coherente. Creo que se deben simplificar y unir los acuerdos partiendo de
aquellos en los que sea más sencillo.
¿Cómo se podría cuantificar el impacto de esta integración?
En la conferencia del Fondo Monetario Internacional se
presentaron varios trabajos en este sentido que cuantifican los efectos, y
estos son bastante importantes. La presunción que existe en la región, de que
los países van a crecer más rápido teniendo aranceles, es incorrecta y no se
apoya en los datos. Por el contrario, lo que vemos es que los efectos positivos
pueden ser muy importantes.
Uno de los trabajos que se presentaron muestra que pasar del
25% más proteccionista al 25% menos proteccionista tiene un impacto de 1% o 2%
de crecimiento mayor en los siguientes cinco años, pero todos los trabajos
coinciden en que hay un claro impacto.
Lo mismo sucede con la literatura académica respecto a
determinantes del crecimiento, que refleja que hay efectos bien importantes en
una economía más abierta para el crecimiento: se logra una mayor competencia,
mayor acceso a insumos más baratos y, en definitiva, aprovechar mejor una
economía de mercado.
¿Cree que el comercio intrarregional está por debajo de lo
esperado?
Desde luego, las cifras no son tan buenas como en Europa o
Asia. Sí es cierto que tenemos algunas desventajas como que producimos muchos commodities,
además de que nuestra geografía –como es el caso de Colombia– no es la más
amigable para el comercio.
Pero no es solo esto, también sucede que se cuenta con más
riesgos tarifarios. Mercosur mantiene, por ejemplo, en los acuerdos
internacionales un techo para sus aranceles que es mucho más alto que su
arancel efectivo. Los países desarrollados lo que han hecho es bajar este
arancel potencial que, al final, es una amenaza, por lo que hay cosas de
política económica que acechan y eso lleva a que haya países como Brasil y
Colombia, en los que la discusión pública debe avanzar más hacia darse cuenta
de la evidencia de lo importante que es la globalización.
Todavía se ven grupos que creen honestamente que la
protección ayuda, pero hoy día se sabe que la apertura es lo que ayuda y por lo
tanto esto de que Latinoamérica se junte debe verse como un paso hacia tener
economías más abiertas.
¿Latinoamérica es una región proteccionista?
No todos los países y no todos los gobiernos. En estos
momentos tenemos algunos más amigables, pero sí se ven algunos lobbies
empresariales en algunas naciones que son proteccionistas. Hay economías como
Perú o Chile con una vocación a ser abiertos, una mirada hacia el mundo mucho
más de apertura, pero también otros como Brasil y Colombia a los que les cuesta
más generar ese consenso sobre la necesidad de abrirse.
¿Cómo cree que este proceso puede avanzar con los nuevos gobiernos?
Hay que continuar los esfuerzos. Creo que es relevante que la
sociedad civil vaya analizando mucho más esto. Con las evidencias que existen,
se sabe que esto es positivo para el crecimiento y la distribución del ingreso,
y por lo tanto debemos convencernos y darles un mayor escrutinio a estos temas.
De hecho, es una necesidad de los liderazgos estar al día sobre estas políticas
públicas.
¿Cuáles son los retos que se enfrentan para lograr mayores avances?
Al final del día, yo creo que hay una disposición política
hacia la integración, que toca tratar de aterrizar, con menos retórica y más
acción.
Son demasiadas agrupaciones de países y muchos esfuerzos que
no llegan muy lejos, y creo que lo que ha hecho la Alianza del Pacífico puede
ser un buen modelo de cómo abordarlo.
Rubén López Pérez
¿Cuál es tu posición frente al texto? ¿Como relacionas el texto con la situación actual del país?